Baynana entrevista a Daniel Gil-Benumeya, coordinador científico de CEMI

Baynana, un nuevo periódico bilingüe, en árabe y español, surgido con un fin social y de servicio público, entrevistó el pasado 4 de octubre a Daniel Gil-Benumeya, coordinador científico del CEMI, para conocer la historia del Madrid islámico y hablar sobre la última publicación del CEMI, El Madrid islámico, la historia recuperada.

Nos gustaría conocer a Daniel-Benumeya: ¿de dónde viene el apellido ‘Benumeya’?

Benumeya es el seudónimo de mi abuelo paterno de Granada. Hay una leyenda familiar según la cual la familia de mi abuelo procede de un personaje que se sublevó en el año 1568, un personaje morisco de Granada que se llamaba en castellano Luis de Válor y en árabe era Abd Allah Benumeya. Por esa leyenda mi abuelo tomó este apellido. 

¿Cuáles son los motivos para escribir el libro El Madrid islámico, la historia recuperada? ¿Por qué la historia recuperada?

Madrid es la única capital europea de origen islámico. Según las fuentes y los datos arqueológicos más antiguos de la ciudad, Madrid apareció a mediados del siglo VIII. Andalucía la mandó fundar Mohammad, el primero de Córdoba, y perteneció a Al Andalus durante casi 250 años. Después fue conquistada por los castellanos, pero siguió teniendo una minoría musulmana durante otros 500 años más. Eso quiere decir que Madrid tiene una historia islámica de unos 750 años, siete siglos y medio después de su fundación islámica.

Vista de la muralla islámica y la Catedral de la Almudena.

Sin embargo, esta es una historia muy poco conocida por los madrileños, principalmente porque hay muy pocos restos materiales, porque casi todos han sido destruidos a lo largo del tiempo y porque desde que Madrid es capital de España, desde la mitad del siglo XVI, no se considera apropiado reconocer el pasado islámico.

Tomemos en cuenta que cuando Madrid se convirtió en capital, durante el reinado de Felipe II, la ciudad era la capital del imperio más grande de su época. Era también el imperio que se presentaba como imperio católico por excelencia, es decir, el defensor de la fe cristiana y católica. Esto hizo que se intentara ocultar el pasado islámico de Madrid. Con la destrucción de los vestigios islámicos que había en Madrid, se destruyó la historia y la memoria.

¿Hubo motivos específicos para entrar en este campo?

Yo vivo desde hace mucho tiempo en Madrid, es una ciudad que me gusta, y me gusta conocer la historia de la ciudad. En la época en la que trabajaba en la Casa Árabe me pidieron coordinar un libro sobre la historia de los árabes en Madrid. Había que empezar por la Fundación de Madrid y ahí empecé a investigar y a estudiar su origen islámico.

¿Entonces Madrid es árabe o es islámica?

Es ambas. Yo prefiero usar el término islámico, porque cubre un periodo más amplio. Lo árabe se referiría sobre todo a la época de Al-Andalus en todo caso, pero la minoría musulmana que vino después no se puede decir que fuera una minoría árabe porque ya no hablaba en árabe sino en castellano.

¿Por qué es importante conocer los orígenes y la identidad de una ciudad europea como Madrid?

Desde hace unos años vivimos en un contexto marcado por la idea del choque de civilizaciones, y por la idea de que Europa y Occidente y el mundo islámico son opuestos. Es por eso que llamar a Madrid islámico también es una apuesta política contra la islamofobia y el racismo. Madrid siempre ha sido una ciudad mestiza, multicultural y diversa desde los orígenes.

¿Cómo cambió la historia islámica de Madrid? 

El momento en el que Madrid dejó de ser islámico fue en el año 1085, cuando el rey Alfonso VI de Castilla conquistó el Reino de Toledo, del cual Madrid formaba parte, y fue incorporado a Castilla. A partir de ahí la mayor parte de la población de Madrid se marchó y sólo quedó una minoría islámica que existió durante 500 años, hasta el año 1502, cuando los musulmanes de Castilla fueron obligados a convertirse. En 1492 los Reyes Católicos expulsaron a los judíos y después en 1502 decidieron acabar con los musulmanes, no expulsándolos sino obligándolos a convertirse al cristianismo. Pero cuando convirtieron a Madrid en la capital, en el año 1561 fue cuándo todo empezó a cambiar porque se empezó a ocultar su historia islámica. 

Después de esto Madrid aún incluía a los musulmanes en algunas obras públicas, ¿cómo desaparecieron o se convirtieron en minoría?

Desde finales del siglo XI hasta principios del siglo XVI. Durante el tiempo en que existió el Reino de Granada existió Al Andalus. Se puso en marcha un sistema de respeto hacia las minorías religiosas similar al que existía durante Al Andalus.

la idea era: si nosotros permitimos que los musulmanes existan en Granada, ellos respetarán a los cristianos. Era un intercambio. Pero en el momento en que desaparece Granada 1492, también desaparece Al Andalus, entonces ya no hay razón para mantener a las minorías religiosas en paz. Cuando se decide que todos los musulmanes se conviertan al cristianismo es como formalmente desaparecen los musulmanes. Sin embargo, aunque muchos se convierten al cristianismo, no son realmente cristianos, por eso se les llamó moriscos. Moriscos significa que parece Moro, que en aquella época quería decir musulmán. Hoy en día la palabra Moro popularmente se refiere sobre todo a los marroquíes, la gente del Magreb. Entonces morisco quiere decir que es un cristiano pero que parece musulmán, alguien que a lo mejor es musulmán en secreto.

¿Cómo fue la convivencia de religiones cuando Madrid era islámica?

No lo sabemos, porque no existen datos sobre la presencia de judíos o de cristianos. Las fuentes escritas solamente hablan de musulmanes. Entonces no sabemos si realmente había judíos o cristianos. Es posible que sí, durante la época del emirato del califato generalmente la convivencia era más o menos buena dentro del sistema. El único indicio material de que podía haber cristianos en Madrid son huesos de cerdo en dos excavaciones arqueológicas. 

Daniel Gil-Benumeya durante una de las visitas guiadas al Madrid islámico organizadas por CEMI.

Hay una gran tradición de activistas en España que hablan de historia islámica y andaluza, pero, ¿encontramos el mismo interés por hablar de los orígenes islámicos de Madrid? 

Hay bastantes investigadores y libros, desde la mitad del siglo XX hasta la actualidad. Pero es un conocimiento que se queda dentro del ámbito académico y universitario. Es normal que el conocimiento académico no salga a la sociedad. Yo pertenezco al centro de estudios sobre el Madrid islámico que es una de las iniciativas más importante que se ha creado en este sentido. Allí también participa Rafael Martínez, a quien seguro conocéis por su web Madrid árabe

Hay esfuerzos suyos y del Centro de Estudios Islámicos de Madrid para fomentar el reconocimiento a los orígenes islámicos de Madrid ¿Qué se ha logrado hasta ahora?

Se ha logrado que el público, o una parte importante por lo menos, se interese en la historia madrileña, son personas que conocen los orígenes de Madrid. Se han publicado muchas cosas a raíz de nuestras actividades, por ejemplo, nosotros hacemos visitas guiadas y hay cada vez más gente que ha empezado a hacerlas. También ha empezado a salir el tema en medios de comunicación. Incluso la cadena pública Telemadrid, hizo una serie de reportajes bastante buenos sobre los orígenes de Madrid y uno sobre el Madrid islámico que están bastante bien. Yo creo que en definitiva lo que se ha conseguido es generar un interés.

A nivel institucional no se ha conseguido prácticamente nada. Las instituciones como el Ayuntamiento de Madrid son reacias a reconocer el origen islámico de Madrid. Sobre todo este Ayuntamiento que es de derechas, porque también hay una cuestión política: la derecha es más nacionalista y tiene más problemas con el pasado islámico, pero en realidad a la izquierda tampoco le gusta demasiado. Entonces no hemos conseguido un reconocimiento institucional, muchas cosas en Madrid no están señalizadas, la gente no las conoce porque no están protegidas. Hay mucho trabajo que hacer. 

¿Hay interés de los medios de comunicación en España en mostrar los orígenes de Madrid? ¿Cómo tratan los medios los hechos y evidencias de sus investigaciones y los libros que publican?

Hay un interés relativo. Solamente algunos medios se han interesado. Usualmente el interés viene de periodistas culturales. Por otro lado, muchos medios niegan el origen islámico de Madrid. Este conocimiento que se ha producido en los últimos años sobre el Madrid islámico ha generado una reacción de la gente. Hay periodistas que buscan a personas que les digan que Madrid no es de origen islámico, sino romano.  

¿Por qué?

A la gente le asusta la palabra islámico. Esto ha sido algo que hemos pensado mucho. No sabíamos si era bueno hablar de Madrid islámico. Quizás teníamos que haber dicho Madrid árabe, por ejemplo, o Madrid Andalucía para suavizar. Hicimos la apuesta de decir Madrid islámico también para provocar un poco, para provocar una reacción, pero eso luego también tiene problemas. Si vamos a la prensa o a las instituciones con el término Madrid islámico, a veces encontramos reticencias. Proclamar que Madrid tiene un origen islámico es algo que mucha gente no quiere leer ni oír, resulta conflictivo porque lo islámico se asocia con el terrorismo islámico. Por ejemplo, a nosotros nos han dicho en redes y en los comentarios de prensa que si hablamos de Madrid islámico estamos poniendo a Madrid en peligro porque los musulmanes van a reclamar la ciudad. 

Baynana es una revista de reciente aparición, ¿qué consejo nos da para dar a conocer los orígenes islámicos de Madrid y revelar su verdadera identidad?

Es importante dar a conocer la información en idioma árabe. Porque nosotros no somos suficientes para generar interés en las instituciones, o en inversores. Si hubiera gente de países árabes o de países islámicos que generarán una demanda turística en torno al patrimonio islámico de Madrid, si hubiera más publicaciones en torno a este tipo de cosas, pues también la Administración española, tendría más interés por el patrimonio. Creo que darlo a conocer fuera de España y darlo a conocer en árabe sería muy interesante.

Fuente: Baynana