El pasado mes de octubre celebramos varias actividades destinadas a la revalorización y divulgación del patrimonio del barrio de Tetuán en Madrid, concretamente de su arquitectura, encuadrada dentro del estilo del neomedievalismo islámico. Dicho objetivo se llevó a cabo a través de la organización de dos actividades; por un lado, un taller de acceso libre destinado a los vecinos del barrio para conocer cómo perciben ellos el patrimonio de la zona y, por otro lado, una visita guiada.
En ambas actividades se incidió sobre el contexto histórico y cultural en el que surgieron las relecturas de la arquitectura medieval en el siglo XIX. A muchos os sonará el término «Neomudéjar», una corriente arquitectónica considerada la materialización de la nación española, pero ¿en qué consiste exactamente?
Madrid está repleta de edificios que se enmarcan en este cajón, un poco revuelto, que se define, a priori, por el uso del ladrillo. A finales del siglo XIX Madrid estaba sumida en una época de cambios y crecimiento, en la que la industrialización empezaba a asomar la cabeza. La alta demanda de mano de obra atrajo a población de numerosos puntos de España que, frente a la especulación inmobiliaria que sufría la ciudad, empezó a asentarse en la periferia, en lo que luego sería el distrito de Tetuán, formado por barrios como el de Bellas Vistas.
A día de hoy, la zona se conoce y distingue por sus edificios de fachadas rojizas, debido al color arcilloso de sus ladrillos. Estos edificios fueron, muchos de ellos, construidos por esos mismos maestros ladrilleros y de obra que tuvieron que asentarse en a las afueras de la ciudad.
Es impensable hablar de «neomudéjar» sin hablar de «mudéjar» y, por tanto, de legado islámico o andalusí. En un presente confuso, marcado por los discursos de odio hacia la población de países de mayoría musulmana, el legado cultural se presenta como una herramienta para unir culturas y religiones que podrían parecer alejadas. Precisamente, España cuenta con una herencia, la andalusí, que nos une con tiempos pasados y lugares distantes en el globo. Un puente extrapolable desde el punto de vista arquitectónico, desde el medievo a la contemporaneidad.
Son muchas las problemáticas sociales que nos atraviesan paralelamente y atemporalmente: discursos de odio, hacinamiento, problemas de acceso a la vivienda, pérdida de espacios para la socialización… En un barrio como el de Bellas Vistas, marcado por la gentrificación y la variedad de culturas y nacionalidades, el patrimonio tiene potencial para actuar como elemento para la mejora de la convivencia vecinal.
Con esta y otras actividades, buscamos crear un espacio de aprendizaje y de diálogo para la reflexión y la construcción de un futuro más respetuoso con la diferencia, así como generar una reflexión acerca de la conservación del patrimonio: un bien de todos.
Read the article in English here.