La Virgen de la Almudena

Descriptores:

, ,

Como bien es sabido por todos los que se sienten madrileños, la Virgen de la Almudena o Nuestra Señora de la Almudena es la patrona de la capital. La santa es venerada en la Catedral de Santa María de la Almudena desde que se halló su imagen en circunstancias cuasi milagrosas. Sin embargo, la historia así como las leyendas que rodean a la patrona, merecen ser estudiadas con detalle y detenimiento, ya que si nos dedicamos a este ejercicio descubriremos que existen paradojas que, una vez más en la historia de Madrid, nos llevan a los orígenes islámicos de la ciudad.

La leyenda

Según la tradición, cuando los madrileños tuvieron noticias de la invasión musulmana se apresuraron a esconder una imagen de la Virgen. Fue un herrero quien, según la leyenda, ocultó la imagen de su patrona en un hueco de la muralla junto a dos velas encendidas y tapió el lugar para que la Virgen no cayera en manos de los invasores.

El recuerdo de la Virgen escondida en la muralla permaneció durante casi cuatro siglos en la memoria y la tradición de los habitantes de Madrid, pero el paso de los años hizo que el lugar en el que se había ocultado cayera en el olvido. Sin embargo, el rey cristiano Alfonso VI de León «reconquistó» la ciudad y consagró la iglesia de Santa María. Además este rey se propuso encontrar la famosa Virgen escondida en el muro y organizó una procesión que durante siete días rodeó la muralla buscando la imagen. Al sétimo día, un trozo de pared se derrumbó al paso de la comitiva y apareció la Virgen con las dos velas aun encendidas a su lado. La imagen parecía estar un poco ahumada, y por ello ha pasado a lo largo de los siglos con un marcado carácter moreno.

La historia así como las leyendas que rodean a la patrona, merecen ser estudiadas con detalle y detenimiento, ya que si nos dedicamos a este ejercicio descubriremos que existen paradojas que, una vez más en la historia de Madrid, nos llevan a los orígenes islámicos de la ciudad.

Sin embargo, debemos cuestionarnos si fue morena o tal vez moruna. Las dos palabras significan lo mismo: propia de moros. Porque la realidad es que en el año 712 no había virgen, ni muralla, ni Madrid, ni madrileños. Madrid fue fundada mucho después, hacia el 860, por Muhammad I, en pleno esplendor de al-Ándalus. A este lugar se le llamó Mayrit o Magerit, y los musulmanes no solo fueron artífices de su nacimiento, sino que también levantaron su muralla defensiva. Por consiguiente, si la muralla es de construcción árabe y fue levantada en el siglo IX, ¿dónde ocultaron la virgen aproximadamente 150 años antes?

Por otro lado, la tradición establece que la imagen de la Virgen de la Almudena fue realizada por san Nicodemo, pintada por el apóstol San Lucas y traída por el apóstol Santiago en el año 38. Sin embargo, no podemos olvidar que los primeros cristianos eran judíos y observaban las leyes de Moisés, según las cuales “no se adorarán ídolos”; iniciándose el culto cristiano a las imágenes en el VII Concilio Ecuménico de Nicea en el año 787.

El nombre

El historiador al-Idrisi describía Madrid como una «ciudad pequeña y fortaleza inexpugnable», ciudadela; que traducido al árabe, nos lleva al término al-Mudaina. Así llamaban al recinto amurallado, erigido sobre un cerro que dominaba el Wad ar-Raml, el «río de arena», hoy conocido como Manzanares.

El historiador al-Idrisi describía Madrid como una «ciudad pequeña y fortaleza inexpugnable», ciudadela; que traducido al árabe, nos lleva al término al-Mudaina.

Posteriormente, cuando Alfonso VI conquistó la ciudad, transformó la mezquita mayor, que se situaba en la esquina de la Calle Mayor junto a la Calle Bailén, en iglesia dedicada a la Virgen. Como estaba intramuros, dentro de la al-Mudaina, la iglesia se llamó Santa María de la Almudena «antes mezquita de moros, habitación de los demonios». Dicha iglesia existió hasta 1869, año en el que fue derribada porque hacía demasiado estrecho el acceso a la Calle Mayor.

Los escritores de la época de los Austrias fueron quienes idearon las leyendas sobre los orígenes antiguos y, sobre todo preislámicos, de Madrid. No se podía tolerar que la capital del Imperio fuera de origen «moro». Sin embargo, las resonancias árabes del nombre Almudena les traían de cabeza, llegando a inventar todo tipo de teorías para explicarlo. López de Hoyos y Jerónimo de Quintana lo atribuían a que la imagen fue hallada junto al almudín o depósito de trigo de los musulmanes.

Otra de las teorías, atribuida a Juan de Vera Tassis, decía que el nombre viene del término hebreo «amud» que significa columna, porque la imagen está de pie y no sentada. Se consideraba que el hebreo era la lengua más antigua de la humanidad, la lengua de la Creación, y eso encajaba a la perfección con las ínfulas imperiales. Se ha llegado a decir que la palabra Almudena era una sigla: ALma MUlier DEi NAtus. «Alma» en hebreo sería «virgen», y el resto es latín: «Virgen Mujer de Dios Nacido».

De esta forma, durante los años de reinado de los Austrias (1516-1700) y en los siglos posteriores, se acabaron destruyeron los restos del Mayrit andalusí. Lo poco que podemos ver hoy en día es lo que ha reaparecido desde mediados del siglo XX gracias a la arqueología moderna. Paradójicamente, una de las leyendas que inventaron para ocultar el pasado se ha convertido en la gran herencia inmaterial del Madrid andalusí. Y cada 9 de noviembre, la festividad de la Almudena nos recuerda la pequeña ciudad que fuimos.

Bibliografía

CORTÉS, J. (2018) Mayrit: Guía ilustrada del Madrid medieval. Ediciones La Librería: Madrid.

GEA ORTIGAS, I. y CASTELLANOS OÑATE, J.M. (2008) Las murallas medievales de Madrid. Ediciones La Librería: Madrid.

GIL-BENUMEYA, D. (2015) Madrid Islámico. Ediciones La Librería: Madrid.

GIL-BENUMEYA, D. (2018) Madrid Islámico: La historia recuperada. Madrid destino cultura turismo y negocio: Madrid.