El 23 de enero la Fundación de Cultura Islámica (FUNCI) organizó el evento «Revisitando Maŷriṭ: patrimonio, historia y memoria del Madrid islámico», una mesa redonda en torno al libro La madina olvidada. Historia y memoria del Madrid islámico, mudéjar y morisco (coordinado por Daniel Gil-Benumeya y Marisa Bueno, ed. Dykinson). El Museo Arqueológico Nacional (MAN) acogió esta actividad, que reunió a importantes investigadores y profesionales que han trabajado sobre contextos de al-Ándalus y sus pervivencias en la ciudad de Madrid.
Revisitando Maŷriṭ: patrimonio, historia y memoria del Madrid islámico.
Paula Pagés, técnica en el Departamento de Antigüedades Medievales del Museo Nacional Arqueológico (MAN), recibió a los participantes en el salón de actos del museo, donde 244 personas nos acompañaron aquella tarde del 23 de enero, y realizó las presentaciones de los participantes de la mesa. La actividad fue moderada por el arquitecto y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Antonio Almagro, quien primeramente intervino con unas palabras que reivindicaban el origen islámico de la ciudad de Madrid. Seguidamente, se prosiguió con la presentación de cada uno de los investigadores participantes en la mesa redonda, «Revisitando Maŷriṭ: patrimonio, historia y memoria del Madrid islámico», en torno al libro titulado La madina olvidada. Historia y memoria del Madrid islámico, mudéjar y morisco, Marisa Bueno (Universidad de Valladolid), Daniel Gil-Benumeya (Universidad Complutense de Madrid), Christine Mazzoli-Guintard (Université de Nantes), José Ignacio Murillo (Urbe pro Orbe).

Son numerosas las noticias conservadas acerca de esta primitiva ciudad, como comentó Marisa Bueno: hisn, medina, mezquita, baños y murallas; estos son solo algunos de los elementos que han dejado huella en la materialidad e inmaterialidad desde su origen hasta día de hoy. En esta misma línea, lleva trabajando la investigadora Christine Mazzoli-Guintard desde hace muchos años; durante su presentación recordaba sus inicios motivados por su relación con las investigadoras M.ª Jesús Viguera y Cristina Segura. En gran medida, ha dedicado su carrera a avanzar en varias líneas de trabajo sobre Madrid: la fundación, el territorio circundante, la sociedad y el paisaje urbano, lo que ha permitido dar a conocer, de este modo, el Madrid islámico dentro y fuera de España.

José Ignacio Murillo, desde su experiencia como arqueólogo, compartió los resultados de su intervención en el nº 68 de la calle Toledo, donde se hallaron los restos de una maqbara cuyo uso se extendió desde el s. IX hasta el s. XV. Explicó que se habían diferenciado distintas fases según la posición del difunto: las más antiguas en decúbito supino y cabeza ladeada; las más modernas en decúbito lateral, en ambos casos reflejando una orientación hacia el sudeste, hacia La Meca. Por otro lado, al margen de los vestigios de este cementerio, mencionó que en Madrid, además, ha aparecido mucho material descontextualizado, especialmente cerámicas, y estructuras constructivas: la muralla (como el tramo conservado en la Galería de las Colecciones Reales) o varias viviendas (como las del cerro de las Vistillas).
Marisa Bueno, especializada en arqueología y territorio en la Marca Media, resaltó el interés que tienen los lugares de culto, con mención especial al trabajo sobre los ulemas madrileños, de Manuela Marín. Además, señaló que, tras la conquista castellana, no se han encontrado detalles sobre el proceso de reutilización de la mezquita, sobre la comunidad cristiana (cuyos datos se los debemos, fundamentalmente, a la tradición historiográfica del s. XVI, es decir, información generada muchos años después de los hechos) o sobre la continuidad de la población islámica de Madrid. No obstante, sí se conoce la existencia de una mezquita en el s. XIV, en los límites de la Morería.

Daniel Gil-Benumeya, en calidad de arabista y coordinador científico del Centro de Estudios sobre el Madrid Islámico (CEMI; uno de los proyectos insignias de FUNCI), remarcó que Madrid es la única capital europea de origen islámico. Una historia que se alargó durante siete siglos, pero, al mismo tiempo, resulta desconocida para muchos en la actualidad; una problemática que se pone en evidencia ante la falta de espacios de memoria sobre este periodo en la ciudad. Precisamente, con el objetivo de arrojar luz en esta materia, y para luchar contra las narrativas excluyentes, nacía en 2017 el CEMI. No hay que olvidar que Madrid cuenta actualmente con una sociedad diversa. Una de las primeras acciones que se llevaron a cabo desde el CEMI para revalorizar este legado fue la celebración del I Congreso Interdisciplinar de Historia y Memoria del Madrid Islámico. Además del marco legal que ampara estos restos, Gil-Benumeya apeló a la importancia de la divulgación y el conocimiento como una herramienta más para su preservación, por lo que animó al público allí presente a acceder virtualmente a las ponencias del mencionado congreso (disponibles en el canal de YouTube de FUNCI), contenido que ha alimentado la publicación La madina olvidada. Historia y memoria del Madrid islámico, mudéjar y morisco.
En definitiva, las fuentes escritas, artísticas o arqueológicas pueden ser limitadas y han sufrido deterioros y destrucciones a lo largo del tiempo, pero en los últimos años hemos asistido a un aumento de la actividad científica y divulgadora que ha propiciado que el Madrid islámico haya adquirido una nueva posición en el imaginario colectivo. Aunque queda mucho trabajo por efectuar, es evidente que la narrativa ha ido cambiando y se reconoce, cada vez más, la contribución de los andalusíes a la cultura de la península ibérica, indisoluble de la identidad española.
Por último, nos gustaría agradecer la participación de todos aquellos que han hecho posible la celebración de esta actividad, así como al equipo del Museo Arqueológico Nacional por dar cabida a un acto que ha sido gratamente acogido por el público. Esperamos que esta fructífera colaboración se refleje en futuros proyectos y actividades que podamos organizar entre ambas entidades.
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